El desarrollo de habilidades y conocimientos digitales de nuestros niños/as hoy en día distan mucho de los que nosotros teníamos por aquel entonces, cuando sólo conocíamos el “Iter Sopena” (nuestro google) o apenas teníamos acceso a una enciclopedia “decente” excepto cuando visitábamos la biblioteca el grupo-clase del colegio para nutrirnos de sabiduría.
Recuerdo la primera vez que nos llevó Alberto, el profesor de Informática, a la sala de ordenadores. Había unas máquinas con una pantalla enorme, un teclado arcaico y un torpe ratón alámbrico para cada dos alumnos/as. Todo parecía tan “sagrado” … Ahí estaba yo, delante de aquella caja sin saber qué hacer, esperando a que nos diera las primeras indicaciones de cómo manejarlo.
Hubo un día incluso que ¡nos dejaron conectarnos a internet! Y contacté a través de un chat con un chico al que le gustaba la música ¡Black Metal! Parecía increíble poder comunicarse con otras personas; yo tendría…unos 11 o 12 años más o menos. Actualmente en los colegios ya disponen para estudiar Snappet, desde los 8 años, en sustitución de los libros de texto, de los de papel, vaya, con lo cual al menos dos horas diarias ya están delante de una pantalla.
Después de aquella conexión, fue mayor aún mi motivación para seguir aprendiendo, ahora entiendo a nuestros peques cuando les mostramos un juego nuevo de Pc, damos el brazo a torcer con una Tablet, o permitimos que usen nuestros móviles mientras comen… (a esto último aún me resisto, jeje) y quieren más y más…
Los niños/as ya no vienen con un pan bajo el brazo, sino eso, con un elemento tecnológico que les hipnotiza, pero ¿realmente estamos haciendo bien dándoles acceso a toda clase de pantallas desde tan temprana edad? Son los ya conocidos niños 3.0.
Entre el colegio, extraescolares, deberes, tareas, baños, etc., apenas les queda tiempo para aburrirse y el aburrimiento, es muy importante para que desarrollen la creatividad y la imaginación. Quizá emplear el poco tiempo disponible que tienen en leer, relacionarse con otros, salir en bici, jugar a las chapas (¿Cómo?, ¿Que ya no se juega a las chapas?) ah no, que a la mínima que protestan ya se les da el mando de la tv…
Esta transformación atiende a la nueva era, a las demandas de la nueva sociedad; es una entrada a nuevos conocimientos, una facilidad de adquisición de habilidades, de contenidos, aunque si no somos responsables con la edad o el tiempo de exposición a estos dispositivos, no podremos prevenir enfermedades como la pérdida de visión, la falta de atención, el autocontrol, malas conductas, trastornos de ansiedad, hiperactividad o incluso el cáncer.
La salud geoambiental es una nueva disciplina que identifica diferentes factores de riesgo presentes en nuestro entorno y que se pueden evitar. Es una forma de entender que una gran parte de las enfermedades que sufrimos hoy en día tienen su origen en nuestro entorno. En 2011 la OMS clasificó, por ejemplo, los teléfonos móviles y otros dispositivos inalámbricos como un riesgo de posible carcinógeno, debido a la emisión de radiación. Por ello, conviene moderar el consumo, siendo la responsabilidad de los padres. Además, la OMS recomienda que los menores de cinco años no pasen más de una hora diaria ante pantallas electrónicas. En otro post hablaré más a fondo sobre la radiación y la exposición al WIFI de nuestros alumnos/as.
Video: RTVE
En fin, en casa hemos intentado detener la marcha incasable del reloj para pasar tardes alegres entre juegos de mesa, experimentos científicos o propuestas sensoriales con materiales naturales, salidas al bosque, a la montaña, etc., aunque he de decir que también hemos tenido que abrir paso a las nuevas tecnologías y alfabetizarnos digitalmente, pero somos conscientes del daño que puede ocasionar en la salud de nuestros hijos/as.
A continuación, os dejo el enlace de Salud Geoambiental para que echéis un vistazo:
https://www.saludgeoambiental.org/
Läu. Educadora 0-3.

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